Este estilo decorativo no tiene una definición exacta, se encuentra entre lo hippie y lo bohemio, que dieron su origen en la década de los 60. Los interiores consiguen proporcionar a cualquier espacio ese toque natural y romántico. Los muebles más comunes utilizados para este estilo son aquellos de tipo vintage, estructuras de corte clásico con toques que denotan un aire de antigüedad (como los decapados), con otros bastantes modernos. Otros elementos clave son los artículos reciclados, cerámica, flores, cojines y cortinas que ayudarán a marcar la diferencia. El color blanco, será sin duda, indispensable como base a la hora de decorar. Luego los tonos vivos e intensos se encargarán de crear originales y atractivos contrastes. Aquí dejamos algunas imágenes que sirvan de inspiración.
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